Tras abatir a Michelle, las dos amigas se trasladaron a los bosques de Carolina del Norte, donde estuvieron durante meses. Un día, Christa fue asaltada por tres hombres mientras recogía leña, y luego de un intento de rescate y una pelea, Clemente cayó al río y fue arrastrada por la corriente.
Al día siguiente, mientras buscaba a Christa, la niña
se topó con un campamento abandonado. Allí encontró una lata de conserva y un
cuchillo, el cual utilizó para matar a un perro que le había mordido en el brazo
al intentar robarle la comida. El alboroto atrajo a los caminantes, que
empezaron a perseguirla. Clementine corrió, pero se desmayó por la
pérdida de sangre a causa de su herida. Justo antes de ser alcanzada, dos
hombres (Luke y Pete) le salvaron y la trasladaron a la mansión
en la que estaban asentados.
La muchacha despertó y conto lo ocurrido, pero sus
salvadores no se fiaron de que la mordedura del brazo fuera de perro; por lo
que la encerraron en el cobertizo para ver si realmente se transformaba. Sin
embargo, la niña se escapó con un martillo que encontró y entró en la casa a
por herramientas con las que poder curarse la herida. Durante la búsqueda, fue
descubierta por Sarah, una chica de su edad, que en vez de delatarla le
ayudó a conseguir vendas y alcohol. Juntas volvieron al cobertizo y curaron su
herida; pero seguidamente, un caminante entró por la misma ranura que previamente
Clementine habían usado para escapar. Valiéndose de su martillo, la niña
acabó con él. Visto lo sucedido, el grupo le pidió disculpas y la acogieron en
la casa.
Al día siguiente, Clementine, Pete y su
sobrino, Nick, fueron de pesca. Al llegar al rio encontraron todo lleno
de cadáveres. Entre ellos, Clementine descubrió a uno de sus asaltantes
del día anterior, que había robado su mochila que aún y aún estaba vivo. Justo antes
de poder interrogarlo por el paradero de Christa, fueron atacados por
una horda de caminantes. En el ataque Pete fue mordido en la pierna,
pero Clementine consiguió escapar con Nick a una cabaña cercana.
Dada la muerte de su tío, un desquiciado Nick salió de la cabaña,
concentrando así el ataque en sí mismo, y dándole vía libre a Clementine para
escapar.
Al llegar a la casa, Clementine descubrió que el
grupo había salido en su busca, por lo que solo estaban Sarah y ella. Minutos
después, un extraño hombre se coló en la mansión, por lo que Sarah se escondió
y Clementine salió a su encuentro. Tras husmear por todas partes, el
hombre aconsejó a la niña que no se fiara del grupo que la acababa de acoger y
se marchó.
Tras el regreso del grupo, las niñas contaron lo sucedido
con aquel hombre, y, bajo la sospecha de que ese hombre era un tal William
Carver, decidieron abandonar la casa. En su camino, llegaron a la cabaña
donde se refugió Clementine, en la que, a su vez, encontraron a Nick
sano y salvo.
Al poco de emprender el viaje, llegaron a un puente donde un
hombre les cortaba el paso con un rifle. Pese a que el hombre no les apuntaba, Nick
consideró al hombre hostil y acabó con él. El alboroto pareció atraer a unos
cuantos caminantes, por lo que se dirigieron a refugiarse en una estación de
esquí cercana. Dentro se encuentran con otro grupo que, afortunadamente,
resulto ser Kenny, que aún estaba vivo, y se encontraba su nueva novia Sarita
y un hombre llamado Walter.
Durante una conversación grupal, Walter mencionó a su
socio Mathew, que pronto se descubría como la victima de Nick en
el puente, cosa que Walter acabó por descubrir. Justo antes de que pudieran
enzarzarse, el sonido de un aerogenerador, a causa de una tormenta, atrajo a
los caminantes. Cuando todo parecía perdido, apareció un grupo encabezado por
el extraño hombre de la casa con fusiles de asalto. Tras acabar con los
caminantes (y ya de paso con Walter, Sarita y algún compañero más)
el hombre fue identificado efectivamente como Carver, el cual hizo prisioneros
al resto de supervivientes.
A continuación, llevaron a los prisioneros a Howe’s
Hardware, unos grandes almacenes donde Carver tenía su base establecida.
Allí conocieron a más prisioneros, entre ellos una joven llamada Jane; y
los pusieron a trabajar cual campo de concentración. Pese a que no todos sus
captores eran tan malvados, Carver se descubrió como un maniaco que mataba
a todo aquel que no cumpliera con la tarea asignada (cosa que traumó Sarah
y Clementine).
Pasaron los días y una horda de caminantes empezó a
divisarse fuera de la tienda, lo cual los prisioneros percibieron como una
señal para planear su fuga. Con la ayuda de algunos de los hombres de Caver,
consiguieron escapar y atraer a la horda. Cubriéndose con vísceras los
prisioneros consiguieron escabullirse entre la multitud. Pero los hombres fieles
a Carver se subieron al tejado y empiezan a disparar a la horda, matando
así a Nick y a más prisioneros.
Clementine se perdió entre la multitud, pero la encontró
Rebecca, la mujer embarazada del grupo. Pronto Jane encontró a
ambas y las guio hasta Parker’s Run, un museo de la guerra civil norteamericana.
Allí se reagruparon con más supervivientes, entre ellos Kenny; pero, por
si acaso, Jane y Clementine decidieron salir en busca de más posibles
supervivientes.
En su camino llegaron al Sunshine Village Mobile Home Park,
donde escucharon los gritos de Sarah. Taponando la verja del parque Clementine
y Jane encontraron a un transformado Nick, que, tras un momento
de duda, Clementine mató. Finalmente, rescataron a Sarah y los demás
supervivientes del parque y regresaron a Parker’s Run.
Explorando el lugar, Clementine y Jane sorprendieron
a un hombre llamado Arvo aprovisionándose de unas medicinas, las cuales
le obligaron a dejar (ya que eran necesarias para Rebecca) y le dejaron
marchar bajo la condición de no volver nunca más.
Pocos días después Rebecca se puso de parto, y el
terrible dolor que este le causaba la hizo gritar tan fuerte que atrajo a los
caminantes. Justo antes del asalto Clementine fue a alertar al grupo de la
proximidad de la horada, y para su sorpresa, se encontró con Jane y Luke
que acababan de tener una aventura. Mientras Kenny asistía el parto, el
resto defendió el museo. Durante este asalto Sarah fue devorada por los
caminantes, pero finalmente consiguieron acabar con ellos y volver con Rebecca
y el recién nacido bebé.
Pese a que el grupo estuvo indeciso dado el estado de Rebecca, decidieron abandonar el lugar. Rebecca sin duda estaba débil y era un lastre para el grupo, ralentizando considerablemente su avance. Por eso fueron presa fácil para Arvo y tres rusos más que los asaltaron por el camino. De pronto sonó la voz de un caminante que resultó ser Rebecca que se había muerto y trasformado en apenas unos minutos de discusión. Con su bebé aun en sus brazos, Clementine decidió pegarle un tiro y acabar con Rebecca, lo cual desencadenó una batalla campal entre ambos grupos.
Durante la batalla Clementine arriesgó su vida y rescató al bebé. Algunos quedaron heridos, pero consiguieron derrotar a los rusos dejando solo Arvo, el cual no tuvo más remedio que conducirles a una casa con comida y refugio. Por el camino decidieron llamar al bebé Alvin Jr en honor a su padre fallecido. Al llegar a la casa, esta no parecía gran cosa y estaba rodeada por un lago helado, cuyo hielo no era lo suficientemente grueso. Casualmente, apareció una horda de caminantes forzándoles a pasar al otro lado sin ningún cuidado, cosa que hizo que Luke muriera ahogado.En este nuevo lugar las asperezas empiezan a aflorar, pues Kenny
no confiaba en Arvo, el grupo empieza a desconfiar de Kenny y el
bebé no ponía las cosas fáciles. Pasaron los días y Kenny arregló una
camioneta que había en la casa. A la mañana siguiente, Clementine escuchó
como Arvo y algunos más intentaban abandonarlos con la camioneta y las
provisiones. La niña intentó detenerlos, pero antes de que Kenny pudiera
llegar, Arvo disparó a Clementine en el hombro y esta se desmalló.
Para su sorpresa, cuando la niña despertó estaba dentro de
la camioneta con Kenny, Jane y AJ. Kenny bajó a
repostar y decidieron que, si algo pasara, se encontrarían en una cabaña que
había en un área de descanso cercana. Casualmente llegaron unos cuantos
caminantes, y, entre una cosa y otra, a la cabaña solo llegaron Jane, Kenny
y Clementine. Visto que el bebé se había perdido, Kenny empezó a
pelear brutalmente con Jane. Sin embargo, cuando Kenny estaba a
punto de dar el golpe de gracia, Clementine disparó a Kenny en el
abdomen. Kenny lejos de maldecirla, le dio las gracias, ya que, tras la
muerte de su familia, lo único que realmente deseaba era morir.
Las dos muchachas escucharon el llanto de AJ en la
furgoneta, y Jane confesó a Clementine que lo había dejado allí a
propósito porque no se fiaba de Kenny, y quería que la niña viera la
verdadera naturaleza de este. Esto no le hizo mucha gracia a la niña, pero
decidió perdonarla y los tres juntos volvieron a Howe’s Hardware ahora
abandonado. Allí encontraron formula materna y otros víveres. Al de unos días,
aparecieron un hombre, una mujer llamada Patricia y un niño, que decían
llevar mucho tiempo vagando y que necesitaban ayuda. Tras discutir, Clementine
decidió acogerlos y unir fuerzas con ellos.
Continuará...