En esta ocasión Timothé Le Boucher nos brinda una
historia de asesinato. La familia Grimaud es presuntamente asesinada a manos de la hija mayor. De entre los numerosos miembros Pierre es el único superviviente (obviamente, además de su supuestamente asesina hermana) por lo que es trasladado al
hospital inmediatamente donde pasará los siguientes seis años en coma. Al despertar
una aparentemente altruista psicóloga se hará cargo de su vuelta a la normalidad,
y le ayudará a sobrellevar el gran trauma vivido para descubrir qué ocurrió
aquella noche en realidad.
He de decir que, tras la lectura de “47 cuerdas”, esta me ha parecido una lectura un poco más floja. Al tratarse de una obra anterior, la personalidad de Le Boucher se nota menos definida en esta obra. Sin embargo, empiezan a apreciarse algunos de sus rasgos más característicos característicos; especialmente en el dibujo. Esos intensos silencios en los que los personajes transmiten todo con una mirada; la expresividad de los personajes, ya entonces era fuertemente palpable e igualmente agradable por su acabado.
No obstante, el guión es donde vemos más fallos. Los
recursos que utiliza son más vagos y los giros que utiliza más predecibles. Es
comprensible, dado que los autores evolucionan y mejoran con los años. Por lo tanto, esto no
quiere decir que se trate de una mala obra. Al contrario, es una buena obra,
pero debe ser apreciada con cierta perspectiva. Hay que ser consciente de que hablamos de uno
de los primeros trabajos de un autor emergente. Por ello, recomiendo que para leer este tomo se
bajen un poco las expectativas si ya se ha leído “47 cuerdas”. A su vez, recomiendo leer primero esta obra y pasar a “47 cuerdas” después por qué es lo más logico.
En cualquier caso, también tiene sus aciertos como un elenco
muy rico en personajes secundarios con muchísimo trasfondo. Cada personaje
tiene su personalidad fuertemente marcada, y están todos muy bien escritos. Además,
intercala un montón de pequeñas historietas o pasajes para darles ese trasfondo
de la misma forma que lo hace en su siguiente obra. Esto hace que te encariñes
con los personajes y que realmente calen en ti.
Que no os confunda el comentario anterior, esta es una historia vibrante y bien hecha. No tanto como su siguiente obra, pero eso nos da a entender que Timothé Le Boucher lleva escribiendo buenas obras desde el principio y que el nivel es cada vez más elevado. Sin duda es el aspirante para convertirse en el mejor autor de su generación.
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