diciembre 07, 2022

Battlefields: Los Tanquistas - Reseña

Continúan las reseñas de la serie Battlefields, esos relatos cortos que el maestro del comic bélico, Garth Ennis, escribió para la editorial Dynamite Entertainment y que Aleta nos trae a España. En esta ocasión trataremos su tercera entrega “Battlefields: Los Tanquistas”.

Para esta historia, Ennis se alía con el dibujante Carlos Ezquerra, con quien ya trabajo para una de las miniseries complementarias de la aclamada “Predicador”; y Tony Aviña a los colores, quien repite como colorista de esta misma serie, tal y como vimos en “Las Brujas de la Noche”.

“Los Tanquistas” nos sitúa, en la batalla de Normandía (en los días posteriores al desembarco) y nos cuenta la historia de cómo un tanque británico es alejado de su escuadrón (a causa de la inexperiencia de sus operarios en su mayor parte) y cómo hace lo posible por reagruparse con el resto. El único atisbo de esperanza de salir airoso recae sobre su experimentado comandante, el cabo Stiles. No obstante, la mala relación entre el cabo y los demás tripulantes (y no digamos su acento de Geordie) dificulta aún más la misión. 

Si bien es cierto que el desembarco de Normandía, o el Día D, es posiblemente el acto bélico más sonado de la Segunda Guerra Mundial; lo que ocurrió después no lo es tanto. Es por ello que, una vez más, esta serie viene a arrojarnos un poco de luz sobre un capítulo de la historia que, por algún motivo, no ha repercutido tanto como debería.

Tras el desembarco, las tropas aliadas debían abrirse paso y expandir su posición lo más rápidamente posible. Para ello decidieron dividirse en dos grupos: por un lado, el ejército inglés y canadiense atacarían por el este, mientras el ejército americano se reagruparía por el oeste para atrapar en el medio al reducto alemán. No obstante, esto no salió como debía y tardaron un total de diez semanas en lograr su objetivo.

Tal y como se nos aclara en los extras de este mismo tebeo, el motivo detrás de este retraso era simple: la pericia del soldado alemán. El ejército alemán estaba compuesto por verdaderos soldados, gente preparada por y para el conflicto; además de estar mucho mejor equipado. El ejército raso británico, por el contrario, estaba compuesto por meros ciudadanos de a pie; gente que no estaba preparada para la guerra (no así como su aviación).

En esta ocasión, esta historia no pretende ser tan reflexiva como en el volumen anterior, “Querido Billy”. De hecho, para esta historia la búsqueda de información por parte del autor ha sido la más exhaustiva hasta el momento; y se limita a plasmar la historia real de la manera más fidedigna posible en las viñetas. El relato de “Los Tanquistas” es un mero hilo conductor para abrirnos paso por las batallas libradas esos días.

Un punto negativo de este tomo es que su historia no habla por sí misma, y no queda muy claro qué es lo que se pretende contar hasta que lo lees de las propias palabras de Ennis al final del tomo. No obstante, y como se ha dicho antes, no pretende ser una historia que genere una reflexión sesuda en lector. Por lo tanto, es un tomo de acción y corte bélico del que poder disfrutar y, por supuesto, aprender; especialmente de lo que se nos cuenta al final del mismo.


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