El Morador de las Tinieblas - Reseña

¡Gō Tanabe lo ha vuelto a conseguir! Ya son varios los relatos de Howard Philip Lovecraft que el autor nipón ha adaptado al manga. Entre ellos están los relatos más conocidos del maestro del terror, como “Las Montañas de la Locura”, “La Sombra sobre Insmaouth” o “La Llamada de Cthulhu”. Esto en realidad dificulta cada vez más la labor de Tanabe, pues son cada vez menos los relatos largos y conocidos los que le quedan por adaptar… ¡y sin embargo lo ha vuelto a conseguir!

En esta ocasión el japones se ha dispuesto a adaptar dos relatos cortos del norteamericano (al menos así lo ha recopilado Planeta): “Dagón” y “El Morador de las Tinieblas”, que por mayor extensión es el que da nombre al tomo.

La primera es una muy sencilla historieta, en la que durante la primera guerra mundial un prisionero del ejército alemán escapa en una barca. El hombre encalla en una isla en mitad del océano, la cual todo apunta a que acaba de emerger del mar, y en ella sufrirá el mismo destino que otros muchos protagonistas de los relatos del de Providence.

“El Morador de las Tinieblas” en cambio, es algo más extensa. En ella conocemos a Robert Blake, un joven dibujante y escritor, que recién llegado a la ciudad queda prendado por la torre de la iglesia de Federal Hill. La incesante necesidad de conocer sus secretos lo llevan a colarse en ella y a descubrir un capítulo muy oscuro del pasado de esta localidad. Es una vez desvelado el misterio cuando comienza su incesante investigación.

La primera historieta la catalogaría como una historia correcta, llena de elementos clásicos en cualquier historia de Lovecraft. Desgraciadamente su brevedad la deja como una historia más destinada a enriquecer el lore del terror cósmico.

La segunda, no es en absoluto la más larga de las que hemos visto hasta el momento, pero si que es más elaborada que la arriba mencionada. Y es precisamente la combinación entre intensidad y brevedad donde puede que resida su éxito, pues es una de las mejores que hemos leído hasta el momento – personalmente, creo que me ha gustado más que el tomo anterior –. Además, consigue transmitir como ningún otro la sensación de terror. Se que es algo muy subjetivo, pero el terror en comic es algo casi imposible de transmitir y este volumen conmigo lo ha conseguido, por lo que merece toda mi admiración.

Del dibujo no se puede decir nada que no se haya dicho otras veces. Gō Tanabe está a un nivel superior y el que lo quiera negar se engaña a sí mismo.

Estas adaptaciones me dejan siempre con ganas de más. Siempre ansioso y dispuesto para leer y reseñar estas magnificas adaptaciones. Este es un tomo más para la colección de adaptaciones de relatos de Lovecraft por este grandioso autor nipón, y esta vez uno de los buenos que perdurarán en la memoria.