octubre 17, 2022

RIP - Reseña

Ponent Mon es sin duda una de las más aclamadas editoriales en nuestro país. Aunque no es de las más grandes, ha sabido abrirse un hueco en el mercado ofreciendo obras de gran calidad para pequeños nichos de lectores. Entre las últimas apuestas de la editorial se encuentra la serie “RIP”, que rápidamente se ha convertido en una de las mejores series de comic europeo de los dos últimos años.

El primer volumen de la serie se publicó en Francia a finales del 2018 de la mano de los autores Gaët’s (guion) y Julien Monier (dibujo y color) en la editorial Petit a Petit. Al igual que aquí, poco a poco la serie se convirtió en un gran éxito, consiguiendo un Premio Cómic Quais du Polar en el 2020 por su segundo volumen.

El primer volumen presenta la historia de un grupo de trabajadores que se dedica a vaciar las casas de la gente que muere sin descendencia o sin familia directa, por lo que sus pertenecías no tienen dueño. En la mayoría de las ocasiones las muertes son notificadas por vecinos que notan extraños olores, o porque llevan meses sin verlos; por lo que, por lo general, los cadáveres que encuentran están en descomposición y la suciedad en las viviendas es más que notable. Es un trabajo duro y asqueroso, reservado para gente de la case más baja.

La primera entrega está protagonizada por Derrick, que, con intención de conseguir una mejor vida, mientras vacían la casa de una ricachona roba una sortija de valor incalculable. Dado el valor que tiene, la familia lejana de la fallecida reclama la sortija, lo que hace que se siembre la discordia entre los compañeros.

Siendo esta la premisa, es curioso cómo se guioniza la serie. La historia no avanza en cada tomo, sino que en el primer tomo se presenta el inicio y el final de la misma. A cambio, en cada uno de los tomos siguientes se presenta la misma historia, pero desde el punto de vista de un personaje secundario en del primer volumen. De este modo, la trama principal se complementa con subtramas, se resuelven incógnitas y se crea una historia mucho más compleja de lo que parecía a priori.

Pese a que la temática de la obra es sucia y sus personajes son particularmente desagradables, Monier tiene el buen gusto de ofrecer un dibujo muy limpio sin recrearse en lo escatológico. Tiene un delineado muy fino, con muy pequeña carga de tintas, dejando grandes espacios para las acuarelas y que así el dibujo respire. En definitiva, un estilo muy BD bastante atrayente.

Para la absoluta inmundicia que representa en ciertos pasajes, en ningún momento transmite un asco vomitivo (más allá del imaginado por el lector). No obstante, sí que resalta de un modo muy ilustrativo los elementos que están diseñados para causar rechazo: los personajes transmiten la mala apariencia que deben, quedan muy diferenciados los lugares mugrientos de los que no…

Es impresionante cómo todos los elementos se disponen para causar asco y/o rechazo, pero, a la vez, la obra es absolutamente adictiva. Y es que, pese a que su temática parezca reservada a un pequeño nicho de lectores, la historia presenta un thriller apasionante; y por ello presenta un factor distintivo respecto a otras historias del género. Tiene ese elemento en común con aquellos programas de la televisión sobre criminales: nos plantean algo que rechazamos, pero el misterio, la intriga y el morbo nos hacen que no nos podamos despegar del asiento. Además, no solo es que no se pueda dejar de leer, sino que al acabar cada tomo deja con ganas de más; cosa que, según parece, también les pasa a sus autores.

En origen sólo iban a ser 4 álbumes, pero en Francia acaba de salir el quinto y parece que mínimo va a haber uno más. Esperemos que eso no haga que la calidad se vaya diluyendo por querer estirar demasiado el chicle. En cualquier caso, en España acaba de salir el cuarto y sigue siendo tan recomendable como el primer día.

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