noviembre 20, 2023

Yo, Loco - Reseña

Tercer tomo que leo ilustrado por el grandioso Keko y la obsesión no para de crecer. Ese uso de las tintas, el realismo que presenta en la representación de sus entornos, cómo lo combina con el carácter menos realista de los personajes… ¡simplemente increíble!

Sin embargo, debo esclarecer que, aunque me haya encantado, este es para mi el más flojo de los tres. La continuación de la trilogía de “El Yo” no ha resultado ser tan gratificante como su entrega anterior.

“Yo, Loco” nos sitúa en Vitoria, no muy lejos de donde nos quedamos en “Yo, Asesino”. En esta ocasión nuestro protagonista es Ángel Molinos, un trabajador de Otrament, un laboratorio destinado a la investigación y diagnostico de trastornos mentales. A su vez, Otrament está afiliado a Pfizin, una conocida farmacéutica; y desde las primeras páginas vemos como el diagnostico de nuevos trastornos mentales es una artimaña destinada a vender una cantidad mayor de medicamentos, y amasar así una mayor fortuna. Es por ello que conmovido por la falta de ética y moralidad que supone su trabajo, nuestro protagonista se dispone a abrir una batalla legal contra la compañía. Sin embargo, esta demuestra ser una poderosa rival capaz de cualquier cosa para mantener a raya este tipo de actitudes nocivas, por lo que será Molinos el que deba emprender su propio camino a la locura intentando desenmascarar a la compañía.

Como veis la premisa esta vez es cuantiosamente más compleja. Se siembran muchos elementos diferentes que hacen que el tebeo prometa desde el primer momento; lo cual es cierto, es un thriller apasionante lleno de giros, un ejercicio visceral igual que lo fue su precuela, y una dura crítica a la industria farmacéutica (igual de dura que la crítica al mundo del arte que planteaba su antecesora). No obstante, creo que Altarriba peca de dar demasiados rodeos en la primera mitad del tomo, y correr en la segunda mitad; quedando una solución un poco apresurada. Creo que el concepto de locura no queda tan bien trabajado como la sociopatía en “Yo, Asesino”. Además, en muchos aspectos, el tebeo recuerda bastante a de la película de Martin Scorsese Shutter Island, la cual creo que acierta más en su estructura. En cualquier caso, es una gran historia digna de ser leída. Simplemente, comparaba una buena historia con una excelente.

No creo que pueda añadir nada que no haya dicho ya del dibujo de Keko. Si no os gustan este tipo de ejercicios sesudos o experimentales en algunos sentidos, solo por poder admirar este acabado gráfico el tomo merece la pena. Es cierto que aún no llega al nivel que consiguió en “Contrition”, pero, una vez más, “Contrition” es un trabajo posterior, por lo que tiene cierto sentido que así sea.

Una más que digna continuación, que nos deja ciertas píldoras que denotan que ambas obras se engloban en el mismo espacio y tiempo. Un trabajo complejo y una sesuda critica al mundo de las farmacéuticas, que más que ayudar parecen enriquecerse a costa de reírse de los consumidores. Veremos con que sector se mete la dupla en su continuación. Aunque el trastorno lo dejan claro en el título: la mentira ¿Será la política?¿El periodismo? Lo veremos en próximas reseñas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ultima Reseña

La verdadera historia del Far West: Wild Bill Hickok - Reseña

La editorial Glénat se caracteriza, entre otras cosas, por sus grandes iniciativas. Hace unos pocos años llegaba a nuestras librerías la rec...

Reseñas Populares