“Balada para Sophie” fue originalmente publicada en
Estados Unidos de la mano de IDW, aunque no lo parece dado el
claro estilo europeo de la obra (no solo porque se desarrolle en Francia). Sus autores
son el portugués Felipe Melo (guion) y el argentino Juan Cavia (dibujo).
Pese a que este es su primer trabajo en llegar a España, son un dúo más que
consagrado y han publicado ocho obras juntos.
La historia nos sitúa en los años 90, cuando una joven
periodista en prácticas se acerca a la casa de un famoso pianista ya retirado
en su pueblo natal: Creesy-La-Valoise. El artista en cuestión es Julien
Dubois, quien le relata su vida a la joven ahora que se encuentra en sus
últimos días. Dubois muestra cómo pese a haber sido el pianista más
famoso de su generación, siempre se sintió a la sombra de François Samson (pianista
coetáneo no tan conocido); y es que, pese a haber llevado vidas paralelas, sus
carreras no podrían haber sido más distinto. Julien Dubois había sido un
gran icono de la música del momento, pero jamás escribió una nota; él fue
siempre un intérprete, mientras que Samson sí que compuso su música.
Esto es precisamente lo que le llevó a Dubois a sentirse “el perdedor” de
ambos, lo cual le condujo a una vida de desdicha e incluso a pensar que no ha
valido la pena.
Con tan solo la premisa se abren bastantes temas sobre los
que reflexionar, como, por ejemplo, el llamado “síndrome del impostor”. Julien
Dubois vivió una vida difícil por creerse inferior a otro artista, por no
creer estar a la altura. Sin embargo, la realidad es que su carrera fue mucho
más exitosa que la de su “contrincante” François Samson. Es muy
interesante ver como muchas veces la meta a lograr somos nosotros mismos en
realidad y es algo inalcanzable.
Por otro lado, tenemos el concepto de “el arte vs. la
industria”. Sin duda, Felipe Melo (quien es a su vez profesor de piano)
sabe de lo que habla a la perfección, y es que el mundo del espectáculo está
repleto de historias como esta. Ambos músicos fueron grandes virtuosos de su
instrumento, pero en el negocio musical eso no lo es todo. Samson era un
gran compositor, pero un romántico que no supo vender su imagen como lo hizo Dubois.
Esto no es nada inusual; de hecho, es muy evidente para todos los que se muevan
en ambientes musicales. Los artistas más famosos no son necesariamente los más
virtuosos u originales. Son aquellos que saben vender mejor su producto. Lo que
supone una triste realidad, y es que los mejores músicos nunca llenarán
estadios ni tendrán el reconocimiento que merecen…
A lo largo de la obra se nos presentan más temas sesudos
relacionados con el mundo del espectáculo como el amor, la amistad o los
excesos. No obstante, como ya he desvelado suficiente para aquellos rezagados
con la lectura como yo, me gustaría que lo descubran por sí mismos.
En cuanto al dibujo de Juan Cavia, solo puede definirse como
perfecto. Se le nota la influencia del comic americano a la hora de dibujar a
los personajes; pero su acercamiento al comic europeo hace que tenga un estilo
mucho más cuidado. Presenta a su vez una estupenda narrativa visual, haciendo
un uso muy inteligente del color con paletas muy concretas para cada época
histórica. Tiene esa habilidad compartida por los más grandes de hacer
interesante ver imágenes de la vida cotidiana, y lo hace de una forma
extremadamente agradable a la vista, haciendo que los personajes cobren vida
según lees.
Por último, es digno de mención el pequeño extra que Felipe
Melo ofrece; y es que al final del tomo nos deja escrita la canción que da
nombre a la obra. Canción que un servidor se ha tomado la libertad de
transcribir y ofreceros al final de la reseña. Una canción a la altura de la
obra que representa
En resumidas cuentas, es un gran comic que hace reflexionar sobre qué clase de vida queremos llevar, qué vale la pena, y qué hace que una vida tenga sentido. Nos hace ver que la fama y el éxito no lo es todo, que no es oro todo lo que reluce en la vida ajena y que la línea que separa la competitividad de la envidia es muy fina. El tomo se lee de una sentada y sin duda te hará soltar un par de lágrimas al final y sentirte bien contigo mismo. Con razón se dice que es de los mejores tebeos de la actualidad.
