El cómic, una vez más, no es ninguna excepción, pues muchas
son las adaptaciones y guiños a las novelas del célebre autor. Autores con Joe
Hill (“Locke & Key”), Junji Ito (“Uzumaki”), o Gō
Tanabe (“Mr. Nobody”), que es quien nos ocupa hoy, son grandes
referentes del comic de terror; y no esconden su influencia por el terror
cósmico, incorporándolo constátenme a sus tebeos.
Si por algo se le conoce al autor Gō Tanabe es,
precisamente, por la adaptación de las novelas de Lovecraft al manga
(sin desmerecer a la gran obra que es "Mr. Nobody"). Planeta
Comic es la encargada de traernos estás adaptaciones, y, de momento, en España
contamos con "Las Montañas de la Locura", "El Color
que cayó del Cielo" y, recientemente, "La sombra sobre
Innsmouth".
En esta última se nos presenta la historia de un estudiante
que, con la intención de conocer sus orígenes, decide emprender un viaje a Arkham
para revisar los archivos familiares. Hay que aclarar que en la América de
comienzos del siglo XX era bastante común desconocer la procedencia genealógica
– incluso hoy lo es –. A su vez, este viaje le servirá como nexo con su tío,
quién de joven emprendió el mismo viaje y recientemente se ha suicidado.
Durante su viaje se ve obligado a hacer un alto en un
extraño pueblo: Innsmouth. No solo es curiosa su arquitectura de este
particular pueblo, sino que su gente posee unos extraños rasgos (como si de
otra especie se tratara) y es, cuanto menos, reacia a entablar conversación con
forasteros. Ante esta circunstancia, nuestro protagonista se ve en la necesidad
de querer saber qué esconde el pueblo, lo cual tendrá unas consecuencias que él
poco puede imaginar...
Poco hay que decir del guion de Tanabe, pues se ciñe
a plasmar la novela (en ciertas ocasiones de forma literal) en las viñetas. Es
en su dibujo donde reside la magia, y es que las capacidades de este autor son
cada vez más asombrosas. A lo largo de las tres obras antes mencionadas se
puede percibir una evolución muy clara de ellas. En "Las Montañas de la
Locura" veíamos algunos planos en los que el abuso de tintas
dificultaba la legibilidad del plano. En este manga eso no pasa en absoluto. Al
contrario, la mayoría de los escenarios que aquí se muestran parecen rozar el foto-realismo.
Por otro lado, estás adaptaciones tiene un elemento común
sobre el que se sustentan la mayoría de sus críticas negativas: las caras de
los personajes. Las expresiones faciales de susto, miedo o intensidad son una
constante, cosa que no a todos los lectores convence. No obstante, los tres
relatos son aterradores, y es evidente que cualquier persona en la situación de
los protagonistas estaría aterrada durante estos acontecimientos – personalmente,
veo lógico el uso de estas expresiones; y el hecho de que no las haya
modificado o perfilado, demuestra que están dibujadas a propósito –.
Independientemente del aspecto de sus personajes, es
admirable como el autor imagina los elementos que la obra original deja
"libre" a la imaginación. El aspecto de los habitantes de Innsmouth,
por ejemplo, es realmente desagradable; y no cabe duda de que Gō Tanabe
se ha informado al máximo para asemejar el dibujo a cómo los imaginaba el
propio H. P. Lovecraft.
Por último, lo mejor de estos tres relatos es descubrir cómo las historias que leemos en la actualidad se sustentan en muchas de estas historias. Japón ha demostrado ser una fuente de calidad en lo que al comic de terror se refiere, pero todo tiene un origen y una influencia. Por tanto, estos tres mangas (cuatro en realidad) son altamente recomendables para todo lector aficionados al terror, y no digamos seguidores de Lovecraft.
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