Por ese motivo, se introduce una nueva sección en el blog
titulada “¿Qué hay que saber sobre Clementine antes de leerla?”. Antes
de comenzar hay ciertos apartados a comentar:
- La historia que narra el juego es abrumadoramente extensa. Se divide en 4 temporadas, por lo que esta sección se dividirá en 4 extensas entradas a su vez.
- La historia en el juego tiene una complejidad sorprendente. En las siguientes entradas se va a resumir al máximo (aunque no lo parezca), obviando una cantidad brutal de subtramas y personajes.
- La historia no es única, pues depende de las decisiones que se adopte el jugador, y aquí se opta por una variante.
- Huelga decir que en las próximas líneas hay SPOILERS
Clementine era la única hija del de Ed y Diana, con los que vivía en Atlanta, Georgia. El apocalipsis llegó cuando sólo tenía 8 años. Casualmente, sus padres habían salido de viaje a Savannah, y la habían dejado a cargo de una vecina llamada Sandra, la cual fue mordida al poco del desastre. Clementine, por el contrario, consiguió salvarse escondiéndose en su casa del árbol.
Durante su escondite, un hombre llamado Lee Everett
entró en casa de Sandra. Clementine, lo vio y consiguió
comunicarse con él a través de un walkie-talkie. Juntos abatieron a la
ya transformada Sandra y, tras escuchar en el contestador automático
unos mensajes que aclaraban que sus padres también habían sucumbido, Lee
decidió adoptar a la niña. Clementine cogió su walkie-talkie antes
de partir hacia un lugar más seguro, y durante mucho tiempo fingió hablar con
sus padres a través de él (igual que hacía Rick con el teléfono).
Al tiempo, conocieron a Shawn Greene, quién les
acogió en su granja. Allí conocieron a Kenny y a su familia, que también
se hospedaban con los Greene. Sin embargo, su estancia no duró mucho,
pues Shawn fue asesinado por los caminantes, y Hershel, padre de Shawn,
los expulsó del lugar.
Kenny los llevó a todos en una camioneta hasta Macon,
Georgia, donde se quedaron sin combustible. Mientras buscaban repostaje, los
caminantes les atacaron, pero fueron rescatados por Glenn Rhee y una
mujer llamada Carley. Ellos los condujeron a una farmacia donde
conocieron a más supervivientes. Durante su estancia allí, Clementine
descubrió ciertos aspectos del pasado de Lee que la harían desconfiar de
él. Lee había sido profesor de historia en la universidad y tenía una
buena vida; pero un día encontró a su mujer en la cama con un senador y lo asesinó.
El apocalipsis le pilló mientras lo trasladaban a la penitenciaría del estado.
Tras un tiempo, una horda de caminantes les atacó y los hizo
abandonar el lugar. Durante el ataque, Clemente estuvo a punto de morir,
pero, tras presenciar la muerte de Carley, Lee la rescató, lo
cual los volvió a unir.
Los supervivientes del ataque se refugiaron en una
gasolinera de la zona. En este nuevo lugar apenas si tenían con qué subsistir,
por lo que el racionamiento y las expediciones al exterior se volvieron más
recurrentes. En una de ellas, Mark, un compañero, fue asaltado por unos
bandidos y desapareció.
Cerca de la gasolinera se encontraba la granja St. John’s
lugar que se encontraba bien protegido por su valla electrificada. La familia St.
John’s se acercó a la gasolinera y ofrecieron al grupo víveres a cambio de
combustible. Durante el intercambio, Lee descubrió el cadáver de Mark
en la granja, desvelando que los St John’s se habían vuelto caníbales. Tras
una trifulca, los St. John’s los encerraron en una cámara frigorífica;
pero Clementine escapó por el conducto de ventilación, liberó al grupo y,
tras derrotar a la demente familia, volvieron a la gasolinera.
Al de un tiempo, una banda de bandidos asaltó la gasolinera
en busca de provisiones. El ruido y los disparos atrajeron a una gran horda de
caminantes, por lo que abandonaron el lugar en la furgoneta. Durante este
asalto la familia de Kenny murió a manos de los caminantes y Clementine
fue rescatada por Lee una vez más.
A mitad de camino, encontraron un tren que les cortaba el paso.
Allí encontraron a un vagabundo llamado Chuck, y juntos se montan en el
tren para ir a Savannah. Durante el trayecto Lee le enseñó a Clementine
a defenderse por sí misma, y le cortó el pelo para que los caminantes no puedan
cogerla tan fácilmente. A su vez, conocieron a Christa y Omid,
una joven pareja. Casi al final del viaje, Clementine recibio en su walkie-talkie
una señal de un hombre que aseguraba estar con sus verdaderos padres y que le
imploraba ir en su busca.
Al llegar a Savannah, las campanas de la iglesia sonaron e hicieron
que los caminantes rodeasen a nuestros viajeros. Por suerte, consiguieron
refugiarse en una mansión abandonada, donde se refugiaron durante un tiempo. Un
día Clementine desapareció. Sólo encontraron su gorra y su walkie-talkie
a través del cual el misterioso hombre le dijo a Lee que la había
secuestrado.
Clementine fue trasladada a un hotel por el
secuestrador, que confirmó ser un maníaco. Lee acudió a rescatarla,
pero el hombre lo detuvo. Paralelamente, Clementine consiguió escaparse
y disparó al secuestrador en la cabeza. Llegados a este punto, era imposible
salir del hotel, pues las calles estaban abarrotadas de caminantes. Por suerte,
descubrieron que los caminantes diferencian a los vivos por el olor, por lo que
se embadurnaron de vísceras y escaparon entre la multitud. Por el camino, Clementine
vio a sus padres convertidos en caminantes, lo cual supuso un golpe del que no
se recuperaría nunca del todo. Para colmo, Lee perdió el conocimiento y
la niña tuvo que arrastrarlo a una bodega, donde, al volver en sí, descubrió que le
habían mordido.
Para darle la oportunidad de escapar, Lee pidió a Clementine
que lo atara a un radiador, y que le disparara antes de transformase. Entre
lágrimas se despidieron y Lee murió en paz. Tras un momento de duda, Clementine
siguió las últimas órdenes de Lee y abandonó la ciudad por la salida de
emergencia.
Continuará...
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