Parece que, a estas alturas de la serie, a Garth Ennis
le pareció buena idea – y vista la calidad de ambos, a mí también – seguir
desarrollando a personajes de entregas anteriores. Como no podía ser de otro
modo, para este tomo el irlandés cuenta con la ayuda del equipo creativo de “Battlefields:
Las Brujas de la Noche”: Russ Braun a los lápices y Tony Aviña al
color.
No me gusta tener que hacer estas cosas, pero tampoco quiero
pecar de falta de tacto; así que he de advertir que para poder hablar de la
premisa de esta historia deben mencionarse ciertos SPOILERS del primer
tomo. Así que, si no lo has leído te recomiendo que abandones la reseña, lo
leas – lee su reseña – y vuelvas a esta. Una vez aclarado esto, continuemos.
“Battlefields: Madre Patria” nos sitúa unos pocos
meses después de los sucesos acaecidos en “Battlefields: Las Brujas de la
Noche”; el ejército rojo ha conseguido vencer en Stalingrado, pero aún no
ha conseguido erradicar la invasión alemana al completo. Las bajas son cada vez
mayores y recurren a soldados inexpertos para poder expulsar a los nazis de una
vez por todas.
Este es el contexto en el que entra Anna en escena. Se
nos muestra cómo no ha sabido encajar del todo bien la pérdida de su compañera Zoya,
y cómo las insubordinaciones resultantes le han supuesto la degradación en su
cargo. Sin embargo, su experiencia anterior y su habilidad la llevaran
inevitablemente al pie del cañón nuevamente.
Uno de los fallos que comenté en la reseña de “Battlefields:
Las Brujas de la Noche” fue la clara falta de desarrollo de los personajes;
lo cual parece haberle molestado al propio autor, pues en ese sentido ha
redimido al personaje dándole un mayor trasfondo y continuación a su historia.
Esta entrega, al contrario de la anterior, nos deja con sensación de conocer a
la protagonista, aunque diría que aún hay más de ella para contar…
Con este tomo Ennis consigue mantener a un buen nivel la serie, utilizando elementos que le dieron el éxito en el tomo anterior: continuar una buena historia, una trama sencilla… Desgraciadamente, como ya va siendo habitual en las últimas entregas de “Battlefiels”, Aleta no nos añade paginas extra contextualizando el suceso, lo cual es una pena. Al igual que sucedía en “Battlefields: La Luciérnaga y Su Majestad”, al tratarse de una continuación directa de otra entrega de la serie, quizá se pueda perdonar algo más que en otras ocasiones. No obstante, y a diferencia del quinto volumen, creo que el frente ruso de Stalingrado tiene más miga para contar y contextualizar que la invasión a Alemania cuando ya “estaba todo el pescado vendido”. En cualquier caso, la historieta habla por sí misma, es entretenida y, en general, una de las mejores de la serie hasta el momento.
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