Tal y como comentamos en el análisis de “Hay Algo Matando
Niños”, la capacidad de crear nuevas historias guionista neoyorquino es
abrumadora. Historias de éxito y fama como pocos han realizado y, para colmo,
de manera simultánea. Si a esto le sumamos el exquisito dibujo del cántabro Álvaro
Martínez Bueno complementado con el vívido color de Jordie Bellaire,
obtenemos los ingredientes perfectos para crear una historieta.
Esta nos cuenta como un hombre llamado Walter convoca
a sus mejores amigos a pasar un fin de semana en la casa del lago de sus tíos.
Los huéspedes son un grupo muy pintoresco que mezcla amigos de aquí y de allá, lo
que supone que no todos se conocen entre sí; lo único que todos tiene en común
es la amistad y el cariño por su anfitrión. Pero esta reunión parece guardar un
motivo más avieso que un simple reencuentro de amigos… durante la primera noche
descubren que el mundo está siendo asolado por fenómenos que solo podríamos
catalogar como “el apocalipsis”, y Walter es desenmascarado como un ser
sobrenatural que los ha encerrado ahí. A partir de aquí la investigación o el
secretismo se irán sembrando entre nuestros protagonistas.
En total son 10 huéspedes, todos bastante interesantes, bien
trabajados y desarrollados (algunos mejores que otros). Tynion le dedica
un numero a cada uno para conocer su pasado, su vínculo con Walter y su papel
en la historia. Una tarea que a modo personal me parecía muy ambiciosa, ya que
en 12 números es muy complicado desarrollar el bagaje de 11 personajes. Sin
embargo, al final de estos números el mensaje que aparece es “final del primer
arco” lo cual es un alivio, ya que, pese a haber realizado una admirable tarea,
parece que tendremos continuación para seguir conociendo a todos ellos.
El apartado grafico es superior. Se utilizan dos códigos
bastante bien diferenciados para hablar de presente y pasado; siendo el
presente un dibujo más remarcado con tintas más fuertes, mientras que el pasado
parece pintado con pinturas de cera. Desconozco absolutamente qué tipo de
compenetración deben tener colorista y dibujante para conseguir ese acabado tan
agradable. A su vez es admirable lo bien diseñados, caracterizados y
diferenciados que están todos los personajes de la obra. Se nota que ha habido
una reflexión previa y que han tardado en perfilar todos y cada uno de ellos.
El éxito de esta serie no es infundado y merece toda mi
admiración. La verdad es que se tratan temáticas verdaderamente complejas y
filosóficas en las que cualquier guionista podría caer en incoherencias o
fallos de guion. Sin embargo, creo que ante todas las posibles adversidades,
por el momento, les han sabido dar una solución aceptable. Cunado pensé que no
había más allá de 12 números pensaba que se quedarían muchas cosas en el aire,
y sin duda todo se puede torcer en lo que está por venir, pero de momento estoy
muy satisfecho con lo leído hasta ahora. Creo que aún no han comenzado con el
siguiente arco, pero un servidor lo espera con mucha ansia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario