No obstante, el ingrediente clave que hace que la serie funcione
es su autor: James Tynion IV. El neoyorquino se ha convertido en uno de
los grandes autores del momento. Recién salido de su propia etapa en Batman,
se encuentra a la cabeza de las series con mayor éxito del indie de la
actualidad: “El Departamento de la Verdad”, “The Nice House on the
Lake” y “Hay algo Matando Niños”. Para esta última Tynion se
ha juntado con el italiano Werther Dell'Edera al dibujo y el español Miquel
Muerto al color.
La serie nos sitúa en la localidad de Archer's Peak,
un pequeño pueblo americano en el que los niños han empezado a desaparecer sin
previo aviso. Aunque hay muchos en paradero desconocido, algunos son hallados
muertos de maneras horribles. En este ambiente, conocemos el curioso caso de James,
que fue atacado mientras jugaba con sus amigos en el bosque; pero a diferencia
del resto de los niños atacados (y de sus propios amigos), él consiguió
sobrevivir.
Es precisamente en esta situación límite cuando entra en
escena nuestra protagonista, Erica Slaughter; una joven muy badass
que dice ser una experta en encontrar y acabar con este tipo de amenazas; convirtiéndose
así en la única esperanza de liberar al pueblo del horror que lo asola.
Con esta premisa parece que se trata de otra serie indie auto
conclusiva de 6 números – lo cual no tiene por qué ser algo negativo, pero es
un poco frustrante ver que la mayoría de los comics de la actualidad están
pensados para el rápido consumo –. Sin embargo, a medida que la serie avanza,
vamos comprobando que Tynion tiene pensado un mundo amplio, con bastante
trasfondo y lore. Por ello, cabe pensar que nos quiere deleitar con una serie bastante
más extensa de lo que nos están acostumbrando en la actualidad.
En cuanto al apartado gráfico, es muy atractivo. El
resultado recuerda en muchos aspectos al de otros artistas que colaboran con Tynion,
como puede ser el de “The Nice House on the Lake” (Alvaro Martinez
Bueno al dibujo y Jordie Bellaire al color). No obstante, la
serie presenta un fallo de manera recurrente; y es que la serie abusa de splash
pages que están mal compuestas. La calle, o gutter (espacio entre
viñetas), se extiende a la mitad de la página, por lo que no está muy claro si
es doble o simple. Esto hace que el lector se pierda y tenga que recapitular –
es cierto que conocer esto de antemano hace que vayas con más cuidado y te pase
pocas veces –. Quizá el hecho de no leerla en grapa lo agrave.
En cualquier caso, dada la calidad, agilidad, frescura y
complejidad (en el sentido de extensión) de la obra, hace que perdonemos estos
fallos y que nos devoremos cada número de una sentada según se publica. Por el
momento tenemos 4 tomos publicados; es decir, 20 de los 29 número anunciados
hasta el momento en Estados Unidos, y aunque la cadencia sea de un par de tomos
al año, siempre dejan con ganas de más.
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